Segunda opción:
Retira la corteza de las rebanadas de pan con una tijera.
Luego, enrolla cada corteza formando un caracol y sujétala con un palillo de brocheta.
Repite este proceso con todas las cortezas y resérvalas.
En una sartén grande, a fuego medio-bajo, unta mantequilla en todo el fondo.
Agrega 6 de las cortezas preparadas y fríelas hasta que estén doradas.
En otra sartén grande, también a fuego medio-bajo, agrega el azúcar y espárcelo bien.
Cuando empiece a derretirse, mezcla hasta que se derrita por completo.
Añade el agua y sigue mezclando hasta que se forme un caramelo.
Después, agrega la mantequilla, apaga el fuego y mezcla bien.
Pasa las cortezas tostadas por este caramelo y resérvalas en un plato.
Decóralas con leche condensada al gusto y deja enfriar hasta que estén a temperatura ambiente.
Toma las otras 6 cortezas y colócalas en una bandeja para horno forrada con papel antiadherente.
Pincela 3 de ellas con mantequilla derretida y las otras 3 con aceite de oliva.
Empana las que llevan mantequilla en una mezcla de azúcar con canela, y las que llevan aceite en una mezcla de hierbas secas.
Llévalas al horno precalentado a 200 °C y hornea durante 10 minutos.
¡Sirve y disfrútalo!